El Papa Francisco sigue su tratamiento en el Policlínico Gemelli para superar la neumonía bilateral, manteniendo su confianza en la recuperación. A pesar de los momentos difíciles, el Papa agradece profundamente el apoyo recibido de médicos, personal sanitario y la comunidad mundial, mientras la parroquia eclesiástica San José de Catamayo, liderada por el Pbro. Manuel Cabrera, reza por su pronta recuperación.

El Papa Francisco, hospitalizado desde el 14 de febrero debido a una neumonía bilateral, continúa recibiendo tratamiento en el Policlínico Gemelli de Roma. A pesar de las dificultades, el Papa mantiene su confianza y sigue los tratamientos necesarios. En un mensaje difundido por el Vaticano el 23 de febrero, el Santo Padre expresó su agradecimiento a los médicos y personal sanitario que lo atienden con dedicación. «El descanso también forma parte de la terapia», afirmó el Papa, quien también agradeció los mensajes de afecto y oraciones que ha recibido, especialmente de niños de todo el mundo.

En su mensaje, el Papa añadió que encomienda a todos a la intercesión de María y pidió oraciones por su salud. A pesar de la crisis respiratoria sufrida el sábado, que requirió oxígeno y transfusiones de sangre, el Papa ha pasado una noche tranquila y continúa bajo observación. Los médicos del Policlínico Gemelli han informado que, aunque su estado sigue siendo crítico, permanece alerta y estable.

La parroquia eclesiástica San José de Catamayo, dirigida por el Pbro. Manuel Cabrera, ha convocado a toda la comunidad católica a unirse en oración por la salud del Papa Francisco. En cada misa y actividad pastoral, se eleva una oración pidiendo la intervención divina para que el Papa se recupere rápidamente y pueda continuar guiando a la Iglesia con su sabiduría y dedicación. La comunidad se siente espiritualmente unida al Papa, especialmente en estos momentos de incertidumbre.

Desde Catamayo, los fieles continúan rezando con fervor por el bienestar del Papa, y también se ha convocado a una serie de rosarios en su honor, siguiendo el ejemplo de solidaridad de millones de católicos alrededor del mundo.