Catamayo, 31 de agosto de 2025. – La Parroquia San José vivió un día de gozo espiritual con la presentación y envío de cinco nuevos ministros extraordinarios de la comunión, servidores llamados a llevar el Cuerpo de Cristo a los enfermos y a quienes no pueden participar presencialmente en la Eucaristía, siempre en coordinación con el párroco.

La ceremonia se realizó durante la eucaristía dominical de las 8h00 en el templo parroquial y fue presidida por el Pbro. Manuel Cabrera Jiménez, quien destacó la importancia de este ministerio dentro de la vida parroquial. El sacerdote explicó que los ministros extraordinarios son auxiliares del sacerdote en circunstancias especiales:

“Cuando un enfermo pide que se le lleve semanalmente la comunión, ahí entran los ministros extraordinarios. No reemplazan al sacerdote, lo acompañan en esta misión sagrada. Por eso deben ser ejemplo de fe, de vida y de humildad”.

Voces de los nuevos ministros

Cada uno de los laicos expresó su gratitud y el compromiso que implica este servicio:

• Calixto Chamba: “Es algo maravilloso que nunca imaginé. El Señor me ha llamado para servir con humildad y sencillez, llevando a Jesús al enfermito que más lo necesita. Es una responsabilidad muy grande, pero me siento feliz y hasta lloro de emoción porque Dios ha tocado mi vida y la de mi familia. Pido a la comunidad que ore por nosotros, y nosotros oraremos también por ustedes”.
• Wellington Cabascango: “Ser ministro de la comunión es ser un hombre de Dios que evangeliza a nuestros hermanos enfermos, compartiendo un mensaje de paz y de misericordia con quienes atraviesan momentos difíciles”.
• Ángela Benítez: “Esta designación es un rol muy importante como verdaderos cristianos. Dios, a través de este ministerio, nos permite llegar a las personas que buscan y necesitan el alivio espiritual”.
• Rosario Carrión: “Agradezco a Dios por este llamado y a nuestro sacerdote que siempre cuida de sus fieles. Ser ministra de la Eucaristía es un compromiso de vida y cumpliré con este mandato con gratitud y fe”.
• Elvin Mora: “Somos bendecidos por Dios, llamados al servicio de la comunidad como laicos. Es un regalo grande custodiar el Cuerpo de Cristo. Necesitamos el apoyo de la comunidad, de nuestro párroco y de nuestras familias, porque es una responsabilidad sagrada”.

El sentido del apostolado

La designación de ministros extraordinarios de la comunión es más que una misión litúrgica: es un apostolado de cercanía y servicio. Ellos son enviados a los hogares, hospitales y comunidades de la parroquia para llevar la presencia viva de Cristo a quienes sufren enfermedad, soledad o imposibilidad de asistir a misa.

Su labor no se limita a entregar la Eucaristía: implica también escuchar, acompañar y ser testigos de esperanza. Es un ministerio que exige oración constante, vida sacramental ejemplar y un corazón dispuesto a servir con humildad.

Coordinación con Cáritas Parroquial

El trabajo de los nuevos ministros extraordinarios se articulará estrechamente con Cáritas Parroquial San José, que cada sábado visita a las familias más vulnerables llevando alimentos y apoyo material. Gracias a esta coordinación, los enfermos y necesitados recibirán no solo el pan material, fruto de la solidaridad comunitaria, sino también el pan espiritual, presencia real de Cristo en la Eucaristía.

De esta forma, la parroquia asegura un servicio integral que atiende tanto al cuerpo como al alma de quienes más lo necesitan.

Una comunidad que acompaña

La comunidad de San José se unió con fe y alegría a esta eucaristía, elevando oraciones por quienes asumen el nuevo servicio. Cada aplauso, cada mirada y cada gesto de fraternidad fueron signo de respaldo y comunión eclesial. Con este envío, la parroquia reafirma que el cuidado de los enfermos y necesitados no es tarea aislada, sino misión compartida: que el Pan de Vida nunca falte en los hogares de la parroquia y que Cristo mismo sea compañía en medio de la fragilidad.