Grupo «Jesús y María» – 10 Años de Fe y Perseverancia

En la parroquia San José de Catamayo, el grupo «Jesús y María» es un claro ejemplo de cómo la fe puede transformar vidas. Fundado en 2015, este grupo apostólico ha crecido gracias a la devoción a la Sangre Preciosa de Cristo, tocando los corazones de muchos fieles a través de la oración, la alabanza y los testimonios de sanación.
El grupo «Jesús y María» de la parroquia San José de Catamayo es un testimonio vivo de la fe y la perseverancia comunitaria. Su fundador, don Calixto Chamba, comparte cómo todo comenzó con una devoción personal a la Sangre Preciosa de Cristo, fruto de una experiencia transformadora en Catacocha que cambió su vida por completo. Al regresar a Catamayo, encontró el apoyo del padre Segundo Pardo, quien lo animó a formar este pequeño grupo de oración.
Lo que empezó con tres personas reuniéndose en la capilla de Buena Vista, pronto comenzó a crecer. Especialmente con la organización de la novena a la Sangre Preciosa en julio, una devoción centrada en las llagas de Cristo, la comunidad fue testigo de numerosos testimonios de sanación física y espiritual. Entre ellos, personas que enfrentaban enfermedades graves, como el cáncer, experimentaron milagros y, con una fe renovada, se unieron al grupo.
Don Calixto nos cuenta:
«Mira, Pepito, y eso que no te he contado. En el segundo año, fue en el colegio San Juan Bautista. En el tercer año fue la Eucaristía grande, hermano, que hicimos, por ejemplo, en Buenavista, Eucaristía Campal con el padre Yahir Rodríguez de Guayaquil, él es un exorcista, entonces por eso también acogimos bastante devoción a la gente, a la Sangre Preciosa de nuestro Señor Jesucristo arriba en Buenavista. La hicimos campal.
Hoy en día, «Jesús y María» sigue expandiéndose con cerca de 15 miembros fieles que se reúnen todos los jueves en la capilla de Buena Vista para orar y alabar juntos. El grupo se formó oficialmente el 1 de julio de 2015, bajo el liderazgo espiritual de los sacerdotes Segundo Pardo y Yahir Rodríguez, quien celebró su primera Eucaristía. Don Calixto expresa un profundo agradecimiento al padre Manuel Cabrera por su constante apoyo y por brindarles la oportunidad de seguir evangelizando y fortaleciendo la fe de la comunidad.
El grupo «Jesús y María» es un claro ejemplo de cómo la fe compartida puede florecer, sanar y transformar corazones, tocando la vida de quienes buscan a Dios.