Después de la eucaristía de las 8:00 en el Templo de la Parroquia Eclesiástica San José, este domingo se vivió un evento que ha puesto a la catequesis en el centro de la conversación. Con un ambiente lleno de emoción, alegría y un toque de humor juvenil, el acto fue un rotundo éxito que promete dar la vuelta al mundo.

El Pbro. Manuel Cabrera inició la ceremonia invitando a los animadores de la catequesis con más de 10 años de servicio a acercarse para recibir el diploma otorgado por la diócesis, a través del Departamento de Catequesis. Fue el primer paso de una jornada cargada de significado y compromiso.

No tardó en sumarse Doña Doris Figueroa, presidenta de los catequistas, quien expresó con entusiasmo:

«En esta mañana somos bendecidas y agradecidas con Dios por permitirnos vivir este compromiso. ¡Padre Manuel, felicidades por ser el mejor catequista, por decir un sí a la vida sacerdotal! Gracias por su entrega, por su servicio y por enseñarnos con el ejemplo.»

El momento más emotivo llegó con el reconocimiento de la Diócesis de la Inmaculada Concepción de Loja al Pbro. Manuel Cabrera Jiménez, por sus 30 años de servicio. El diploma, firmado por Monseñor Walter Heras, obispo de Loja, y el Pbro. Salvador Merizales, delegado de la catequesis, es testimonio de su incansable labor de llevar la luz del evangelio a los corazones.

Catequistas destacados por sus años de servicio:

• Manuel Cabrera Jiménez: 30 años
• Doris Hermelinda Figueroa Medina: 16 años
• Adela Albina Obando Cuenca: 24 años
• Willington René Cabascango Chamba: 30 años
• Guillermo Ausberto Caraguay Curipoma: 15 años
• Calixto Pastor Chamba Costa: 15 años
• Diana Elisabet Torres Puma: 16 años
• Betzabe Lafao Carcelén: 12 años
• Luis Fernando Zhapa: 12 años
• Rosa Alejandrina Acaro: 14 años
• Carmita Carrión Herrera: 14 años
• Gabriela Cecilia Díaz Puglla: 20 años
• Yulexy Alejandra Jiménez Carrión: 11 años
• Anita Lucía Riofrío Riofrío: 11 años
• Nayely Estefanía Jaramillo Figueroa: 12 años
• Ximena Guadalupe Sanmartín Tapia: 10 años
• Yadira Fernanda Riofrío Herrera: 10 años

El ambiente se llenó de risas y anécdotas cuando el Pbro. Cabrera, con picardía, llamó también a los catequistas más jóvenes (Sofía Mora, Pablo Zhapa, Sebastián Hurtado, Esteban Arias y Leandro Carrión) para reconocer su entusiasmo y dedicación: «Queridos compañeros catequistas, ya estamos viejitas. Ustedes son el camino para enseñar a nuestros catequizados. ¡Vengan, vengan a la catequesis! Incluso Esteban Arias, que regresó y se puso en el grupo de los jóvenes, nos demuestra que la experiencia y la juventud se pueden fusionar para dinamizar este hermoso legado.»

En un tono que combina tradición y modernidad, el acto no solo rindió homenaje a quienes han entregado su vida a la fe, sino que también impulsó una invitación directa a la juventud: la catequesis es un espacio de renovación, de encuentro y, sobre todo, de un compromiso que trasciende generaciones.

Opinión

Este evento es un claro ejemplo de cómo la fe puede reinventarse sin perder sus raíces. La mezcla de respeto por la tradición y la chispa juvenil que se percibió este domingo es el reflejo de una catequesis que se adapta a los tiempos y, a la vez, preserva ese legado de amor y servicio que ha guiado a tantos. ¡Viva la renovación y que Dios siga iluminando este camino!