San José de Catamayo vivió con fe y esperanza la Vigilia Pascual 2025

“Cristo no está muerto, ¡Él vive!”. Con estas palabras el Pbro. Manuel Cabrera Jiménez, párroco de la iglesia San José, dio inicio a una de las celebraciones más solemnes y significativas del calendario litúrgico: la Vigilia Pascual, acto central del Triduo Santo y de toda la Semana Santa.

La ceremonia inició con el templo completamente a oscuras, simbolizando el luto y la espera. En la entrada del templo se encendió el fuego nuevo, desde donde se prendió el Cirio Pascual, signo de Cristo resucitado. Poco a poco, la luz fue llenando el templo, de la misma forma en que la esperanza invade los corazones de los creyentes al recordar que la muerte ha sido vencida.

Durante la liturgia, el Padre Manuel bendijo el agua y roció agua bendita a cada uno de los fieles que colmaron el templo. Muchas personas llevaron consigo botellas, baldes y botellones con agua, que luego de la bendición llevarán a sus hogares como signo de fe y protección. Este momento fue vivido con profunda devoción por parte de la comunidad.

El sacerdote también recordó que la Pascua no solo es una fecha, sino un llamado a vivir en plenitud la fe:

“Ya no somos del Viernes Santo, somos del Domingo de Pascua”, expresó con convicción.

Con cantos de júbilo, lecturas bíblicas y un ambiente de recogimiento espiritual, Catamayo celebró la Resurrección de Jesucristo, renovando su esperanza en medio de tiempos desafiantes.

San José de Catamayo vivió con fe